martes, 17 de diciembre de 2013

DISCURSO DE DESPEDIDA POR ANDIÉ SUNSHINE VARILLAS ALVARADO.
Señores directores aquí presentes, profesores, padrinos de la promoción, padres de familia, padrinos  de cada alumno y digna concurrencia, buenas noches…frente a ustedes una alumna mariateguina, ANDIE VARILLAS ALVARADO

quisiera transmitirles la inmensa emoción que siento en estos momentos, al encontrarme reunido con todos ustedes. Quisiera expresarles el orgullo y satisfacción que he sentido durante los años que estuve junto a ustedes.

Cabe destacar en este momento un pensamiento de nuestro gran simón bolívar "sobre mi corazón no manda nadie más que mi conciencia. Los beneficios que se hacen hoy, se reciben mañana, porque Dios premia la virtud en este mismo mundo".

Queridos compañeros nos despedimos hoy del colegio, en un momento en que nuestro país se encuentra sumergido en una gran crisis, crisis que involucra no sólo la galopante devaluación de nuestro signo monetario, sino que también se expresa en el deterioro de distintos aspectos de nuestra vida ciudadana. La inseguridad personal, se une a la crisis asistencial y de la educación, para formar  un maligno triunvirato que pretende llenar de sombras el futuro de las generaciones venideras, hoy me despido como una alumna y como ciudadana estaré siempre con todos ustedes.
Estimados compañeros: conozco los diferentes sentimientos que en estos momentos los embargan,. En estos instantes, donde aquellos hechos vívidos llegan a mi memoria, extraño la presencia de mis hermanos ZENIA y WINKLER, pero en la fidelidad que me impone sus recuerdos, les pido que se muestren siempre agradecidos del apoyo que han recibido de sus padres y demás familiares. Correspondan a ellos con amor y solidaridad.
Estamos todos juntos esta noche para ser parte de un evento memorable. Hemos avanzado paso a paso, etapa a etapa y el destino nos junta esta noche para decirnos adiós. Para que cada uno emprenda el rumbo que se ha trazado, para que cada uno de nosotros empiece a luchar por las metas que harán que su nombre deje huella en la historia, para vernos, años después con un ¡¡Perú mejor que habremos ayudado a forjar!!
 En este momento, en el que es inevitable la congoja y el dolor de la despedida, no debemos pensar que las puertas del colegio se cierran detrás de nosotros para decirnos adiós, más al contrario, las puertas del colegio se abren, en un destello de luz, para entregarnos al mundo, para salir a cumplir nuestra misión con el país, con nuestra familia y con nuestro futuro. Este no solo es el fin de una etapa, sino que es el primer día de nuestra nueva vida.
Porque la vida es una serie de etapas, cada una con una visión distinta de la realidad y una diferente posición frente a los deberes, la responsabilidad y nuestra misión en la vida.
Recuerdan que durante nuestra infancia, con nuestros cerebros ávidos de conocimiento y nuestros ojos fulgurantes de curiosidad, empezamos a conocer el mundo a través de los ojos de nuestros padres, ellos que nos enseñaron el valor de la familia, del amor y del respeto. Nuestra vida gira en torno a ellos, nuestros padres…..¡¡personas que siempre estarán con nosotros!!.
Profesores gracias a ustedes, aprendí a ser perseverante, y no dejarme arrastrar por ningún obstáculo, aprendí a ser tenaz y siempre sincera con mis  sentimientos y pensamientos a ser consecuente con mis  actos y sobre todo aprender de mis errores.
A mis padres dirijo estas mis palabras que nacen desde los más profundo de mi corazón: gracias papito y mamita, porque me han enseñado a ser mujer. Me han enseñado que ante todos los problemas y adversidades, teniéndolo todo para perder, el darse por vencido nunca es la solución. Me han enseñado que ser humilde es ir a darle la cara a una persona que acaba de humillar y no devolverle el insulto, sino perdonarla y dejarle las puertas abiertas. Me han enseñado y corregido inteligentemente en mis momentos de desorientación. Pero más que todo, me han enseñado a ser una mujer fiel, dedicada, responsable y justa. Qué suerte tengo  de tener un padre y una madre como ellos, un amigo y una amiga, en quienes confió.
Algo más que quiero decirles: existen dos cosas que impiden que una persona realice sus sueños: creer que es imposible conseguir lo que tanto anhelas o que, gracias a un repentino vuelco en la rueda de la vida, veas que se transforma en algo posible cuándo menos lo esperas… en ese instante surge el miedo a un camino que no sabes a donde irás a parar, a una vida con desafíos desconocidos, a la posibilidad de que las cosas a las que estamos acostumbrados desaparezcan para siempre. Las personas queremos cambiarlo todo, y al mismo tiempo deseamos que todo siga como siempre.
A partir de hoy nuestras miradas comenzará a avizorar nuevos horizontes; la senda que hemos seguido juntos se bifurca y cada uno escogerá la suya.

Termino este pequeño discurso con éstas palabras: aunque no escribas libros eres el escritor de tu vida., aunque tus pies sangren en los  tropiezos y piedras del camino , tu rostro puede sonreír, aunque no tengas gran cultura puedes cultivar la sabiduría de la caridad…todo, todo depende de ti..

Alguno de nosotros somos como una batería descargada: sin ninguna energía, otros como los niños sin sentido de responsabilidad ¿qué clase de persona creen que somos cada uno de vosotros?...sé que la respuesta no lo tendrán hoy queridos compañeros…la respuesta lo tendrán cuando son alguien en la vida cuando ya haya transcurrido mucho tiempo….

Me despido con lágrimas en los ojos, porque para mí las despedidas son muy tristes, espero no haber ofendido con estas palabras, ni lastimado a nadie…”esa, no fue mi intención”…muchas gracias a todo el público presente….

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